Abstract:
El advenimiento de la sociedad postindustrial en la segunda mitad del siglo XX, trae
grandes consecuencias sobre las instituciones tradicionales, como el debilitamiento de
lazos colectivos, el acrecentamiento de la fractura social en las relaciones, y la pérdida
del espacio público como lugar de encuentro.
En todo el globo comienzan a emerger discursos y prácticas de desarraigo y
fragmentación (García Delgado, y otros, 2013).
En este contexto, surgen las primeras evidencias del graffiti moderno en las pintadas
del Mayo francés de 1968 y los graffitis neoyorquinos en subtes y barrios marginales
durante la década del ‘70 (Kozak, 2004).